La oposición no se cree que la última gran avería del AVE Lleida-Madrid haya sido causada por un sabotaje. Juan Pablo Herranz, portavoz socialista de infraestructuras en el Senado tachó la versión de Fomento de "montaje y excusa de Gobierno para justificar sus errores". No obstante, el vicepresidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, se reafirmó en la intencionalidad de los cortes en la catenaria (hilo que transmite la energía a los trenes) en Brihuega y Las Inviernas (Guadalajara).

Los cables que sustentan la catenaria aparecieron rotos en los kilómetros 84,6 y 114, justo debajo de dos pasos elevados. Esta ubicación ha sido uno de los argumentos en los que se han apoyado las sospechas. "No vimos nada. Debió ocurrir a las seis de la madrugada. Pero sólo alguien experto y con gran riesgo de quedarse frito ha podido hacer los cortes", señaló uno de los responsables del puesto de vigilancia de Las Inviernas, situado a dos kilómetros.

Un portavoz de Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) advirtió de que no se puede tener un guardia en cada kilómetro y de que los detectores automáticos tampoco son exhaustivos. "No podemos dar más datos porque haríamos la línea más vulnerable. Es claro que se trata de un sabotaje, y no es el primero", agregó.

Herranz consideró "poco creíble" la versión del Ministerio de Fomento y ha pedido la comparecencia en el Senado de su titular, Francisco Alvarez Cascos.