El PSOE y el PNV están a las puertas de cerrar un acuerdo definitivo que incorporará a los nacionalistas vascos a la mayoría de fuerzas parlamentarias de izquierdas favorables a la nueva ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo presentada por el Gobierno.

Fuentes socialistas y del PNV consultadas confirmaron ayer que existe la voluntad política de llegar a un pacto en breve sobre el principal punto de polémica que ha generado la reforma, la posibilidad de que las jóvenes de 16 y 17 años puedan abortar sin permiso de sus padres. Una de las enmiendas del PNV propone que los padres o el tutor de las menores de edad que decidan interrumpir su embarazo sean informados al respecto. La ministra de Igualdad Bibiana Aído, confirmó ayer que esta propuesta es "negociable".

De hecho, ya se está negociando. El grupo socialista se muestra abierto a atender la enmienda nacionalista siempre que quede claro que la última palabra corresponderá a la menor y que esta no tendrá que informar a sus progenitores cuando formen parte de familias desestructuradas o de grave conflicto generacional. Una excepción que el PNV está dispuesto a incorporar siempre que no se convierta en un "coladero" por el que ninguna menor dé cuenta a sus padres sobre la decisión de abortar.

La otra gran propuesta del PNV se refiere a detallar el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios que no quieran practicar un aborto.

En este aspecto existe todavía más puntos de encuentro no solo con el PSOE sino con otros grupos que apoyan la nueva ley, como Izquierda Unida, que también propone una regulación clara y nítida sobre la objeción. Los grupos a la izquierda del PSOE también aceptan incorporar al PNV siempre que no se desnaturalice la esencia del proyecto, que propone un sistema de plazos y una mejor política preventiva.