Los consejeros de Sanidad de Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, gobernadas por el PSOE, criticaron ayer el proyecto de Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud por introducir "confusión y centralismo" y afirmaron que "no se sustenta desde el punto de vista financiero".

Así lo expresaron los consejeros de Andalucía, Francisco Vallejo; de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata; y de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en unas jornadas, en el colegio de médicos, donde se debatieron alternativas a las propuestas del proyecto de ley, en tramitación parlamentaria, y se demandó "más financiación si se habla de nuevas prestaciones".

En el transcurso del debate, el consejero andaluz Francisco Vallejo subrayó que la Ley "debería atender los efectos perversos de las grandes diferencias financieras entre unas comunidades y otras, de hasta un 30 por ciento".

El consejero extremeño Guillermo Fernández-Vara se mostró más preocupado "por lo que no dice la ley que por lo que dice" y comentó que "entre las prestaciones se apuntan, sin definir, servicios como el de salud mental, salud bucodental, cuidados paliativos y atención socio-sanitaria".

LA POSTURA EXTREMEÑA

También señaló que "si el Gobierno no sabe responder a esto, el sistema será un fiasco, y habremos fracasado como país".

El consejero recordó que hoy el grupo parlamentario socialista presenta más de 90 enmiendas al proyecto de ley, y subrayó que el PSOE "no apoyará una ley que no garantice unos mínimos" y, añadió, "no daremos el sí a cualquier cosa por que sería una grave irresponsabilidad".

Por su parte, el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, insistió en que el proyecto de ley "tal y como está planteado puede ser un fiasco y un retroceso" y señaló que "si queremos que la iniciativa sirva para dar un paso adelante, el Estado deberá meter más dinero y luego distribuir por el mecanismo que se decida".