Estudios recientes han rebajado los requisitos mínimos para que la vida pueda subsistir. No hace falta ni oxígeno, ni calor... Ni siquiera agua, aunque está claro que el agua líquida es el medio más propicio para su surgimiento. En la Tierra, por ejemplo, se han detectado organismos que viven enclaustrados en cristales de sal, en el petróleo más denso o en las profundidades de volcanes como lechos inauditos.

Sin embargo, el salto necesario dado en este siglo para que la nada --el caldo primigenio-- dé lugar a la vida más sencilla es motivo de discusión. Si Marte y la Tierra fueron en un pasado remoto dos gemelos planetarios, ¡quién sabe si la vida surgió en el planeta Marte y permanece agazapada bajo tierra, a resguardo de la radiación y el frío extremo!