Las instrucciones de la OMS puestas en marcha por los países europeos persiguen detectar posibles afectados y aislarlos. Junto a una serie de síntomas respiratorios, se considera clave haber viajado en las últimas semanas a zonas asiáticas.

Según la OMS, los ataques son muy fuertes y los síntomas son muy rápidos en esta nueva enfermedad, caracterizada por aumentar el peso de los pulmones y darles rigidez por la acumulación de líquido. La OMS trata desde hace varias semanas de descubrir si el causante es un virus o una bacteria, pero de momento no ha obtenido resultados.