En su estremecedor testimonio ante el juez que asumió el caso, Michelle Knight expresó un deseo para el hombre que durante 11 años la mantuvo captiva, la maltrató a palos, la explotó sexualmente y la hizo abortar hasta en cinco ocasiones. "Me quitaste 11 años de mi vida, pero la he recuperado. Pasé 11 años en el infierno, y tu infierno acaba de empezar". El juez satisfizo las demandas de Knight, Amanda Berry y Gina de Jesús condenando a Ariel Castro a 1.000 años de cárcel. Pero también ahora, el hombre que secuestró a las tres mujeres cuando dos de ellas eran solo unas adolescentes parece haberse salido con la suya. Castro se suicidó el martes en su celda de una cárcel estatal. Tenía 53 años.

Según los forenses, el exconductor de autobuses escolares y músico aficionado se ahorcó con una sábana, solo un mes después de que fuera condenado a cadena perpetua tras declararse culpable de 937 cargos que le sirvieron para evitar la pena de muerte, desde secuestro a violación o asesinato. Desde su ingreso en el Correctional Reception Center de Orient (Ohio), estuvo separado del resto de internos para evitar que fuera linchado y se le mantuvo en un régimen de custodia preventiva. Cada 30 minutos sus carceleros pasaban a vigilarlo, aunque no llegaron a ponerlo en régimen de prevención de suicidios. En el juicio, se presentó como una víctima, una persona "muy sensible".