De nada ha servido que fuera la cuarta vez que David M. C., de 36 años, era detenido por conducir bajo los efectos de las bebidas alcohólicas. En esta ocasión, además de conducir ebrio, arrolló y mató a un ciclista de 62 años, huyó y tres cuartos de hora después fue detenido en su casa. Una juez de Valls decretó ayer su libertad provisional, eso sí, acusado de los delitos de conducción bajo los efectos del alcohol, homicidio por imprudencia y omisión del deber del socorro.

La policía autonómica catalana aseguran en sus diligencias que David M. C. invadió el carril contrario y arrolló a un ciclista, un directivo de la empresa Uniland vecino de Vilafranca del Penedés.

Lejos de detener su vehículo para socorrer al ciclista, David M. C. prosiguió la marcha hasta su domicilio. Otro conductor que presenció el accidente pudo memorizar parte de la matrícula y las características del vehículo fugado que fueron fundamentales para que la policía pudieran localizarlo en su domicilio.

4 VECES LA TASA DE ALCOHOL Al llegar, el hombre se negó a abrir la puerta. Tardó más de 15 minutos. Aunque habían pasado más de tres cuartos de hora tras el atropello el nivel de alcoholemia fue de 1,12 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, cuando el máximo permitido es de 0,25.

El actual Código Penal ya prevee penas de cárcel para tasas de alcoholemia muy elevadas, aún sin haberse producido un siniestro. En la futura reforma sólo duplicar la tasa de alcohol será delito.

En el auto de libertad, la juez redactó como hechos probados

únicamente la conducción bajo la influencia de bebidas. Ayer, fuentes judiciales aseguraron que se había producido "un grave error en la transcripción del auto" porque, en todo momento, la juez mantiene la acusación por los delitos de homicidio por imprudencia y omisión del deber de socorro.