Pedro Riquelme, el expolicía detenido el viernes y sobre el que caían las principales sospechas de la autoría de la muerte de una mujer y sus dos hijas, en Palma de Mallorca, fue puesto ayer en libertad sin cargos. Los inspectores del grupo de homicidios tratan ahora de encontrar pruebas que avalen la otra hipótesis que nunca descartaron: que la madre mató a sus hijas y después se suicidó, utilizando para ello el arma de su compañero sentimental.

La coartada que Riquelme expuso convenció plenamente al juez, que decidió dejarlo ir sin cargos. Además, los inspectores no han encontrado ninguna prueba que apunte a la autoría del hombre, más allá de que se utilizó su arma.

LA COARTADA Riquelme declaró que la noche del jueves --cuando los forenses han determinado que se produjeron las tres muertes-- no estuvo en casa de su compañera, ya que pasó el día junto a sus dos hijas, fruto de una relación anterior, en una finca en la localidad mallorquina de Sencelles. La dos niñas habían viajado desde Murcia para pasar unos días de vacaciones junto a su padre.

Luego, el exagente fue quien avisó al Cuerpo Nacional de Policía cuando, el viernes por la tarde, encontró los tres cadáveres en la casa que compartía con Ligia García, y las dos niñas

La investigación se centra ahora en acreditar que Ligia García, de 40 años y nacionalidad colombiana, utilizó un arma propiedad de su compañero para matar a sus dos hijas, Samantha y Carolina, de 12 y 8 años, respectivamente, cuando estas dormían en sus habitaciones.

Para evitar que el ruido de los disparos pudiese alertar a los vecinos, los inspectores sospechan que la mujer utilizó una almohada que colocó sobre la cabeza de las niñas antes de apretar el gatillo. Posteriormente, Ligia García pudo ir hasta su habitación y dispararse en la cabeza.

Pedro y Ligia habían iniciado su relación hacía cuatro años y desde hace un mes compartían un piso de la calle de Morlá de Palma, lugar donde ocurrieron los hechos. Pedro Riquelme es una persona muy conocida en la barriada de Son Espanyolet ya que es el propietario de un lavacoches. Ligia García, agente comercial, también trabajaba en el negocio de su compañero.

EL EXCULPADO Riquelme, padre de cinco hijos, fue secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) hasta que pasó a la segunda actividad. Cuando fue detenido el viernes como principal sospechoso, el SUP manifestó su plena confianza en que el exagente no pudo cometer el triple asesinato.