Quince niñas son investigadas por las autoridades de Lakeland, Florida (EEUU) después de que otra menor, compañera de clase, se suicidara por no soportar el acoso que sufrió durante más de un año en la escuela y a través de internet.

El jefe de la comisaría del Condado de Polk, Grady Judd, informó este viernes de que, tras el hallazgo del cadáver de Rebecca Sadwick, de 12 años, el pasado lunes, los investigadores revisaron sus cuentas en las redes sociales y encontraron mensajes dirigidos a ella como: "Qué estás haciendo viva todavía" o !Por qué todavía no te has matado".

Sadwick salió supuestamente para la escuela el pasado 9 de septiemrbe, pero no llegó nunca. Su madre denunció su desaparición después de que no regresara a casa y la policía inició una búsqueda de varias horas hasta que localizaron el cuerpo, en una fábrica de cemento abandonada. La niña ni siquiera había cogido los libros para ir a clase.

Los padres de la menor la habían cambiado recientemente de colegio después de que durante el curso anterior la pequeña llegara a casa varios días llorando y diciendo que no valía nada y que era fea, porque era lo que le decía un grupo de compañeras en clase. Incluso denunciaron en comisaría que había sido golpeada por otros estudiantes.

La madre, Trycia Norman, acusa a los responsables de la antigua escuela de no haber tomado medidas suficientes cuando el pasado enero dejó de ir a clase a la espera de cambiar de centro. Entonces, el acoso a Rebecca se trasladó a las redes sociales. Primero Facebook, hasta que sus padres le borraron la cuenta para que dejaran de insultarla, y luego en Ask.fm, la red que admite comentarios anónimos, e Instagram, la red de fotografía móvil. Ninguna de estas admite teóricamente a menores de 14 años sin permiso paterno.

La policía declaró que los padres de las acusadas han cooperado y han facilitado los móviles y ordenadores usados para acceder a las redes sociales. Sadwick lanzó numerosos mensajes de aviso sobre sus intenciones, aunque su madre parecía que había recuperado su vida tras cambiar de escuela, de amigos y de móvil. Según la investigación, un día antes de suicidarse, Sadwick advirtió de su intención y escribió: "No puedo más".