La gripe aviaria se extiende y ayer ocasionó una nueva muerte en Indonesia, la quinta, después de que las pruebas de laboratorio realizadas para detectar el virus H5N1 dieran positivo, según confirmaron ayer las autoridades del país asiático. La víctima, Inna Solati, de 19 años --que eleva a 63 las muertes por la enfermedad en los últimos dos años en todo el mundo--, falleció el 28 de octubre en el hospital Husada Insani de Yakarta, tras presentar alta fiebre y tos, los dos principales síntomas en que se manifiesta la enfermedad.

Además de la fallecida, las pruebas realizadas en un laboratorio de Hong Kong confirmaron también la presencia del virus en un niño de ocho años, que convivía con la víctima. El niño es el noveno infectado por la gripe aviaria en Indonesia.

Las autoridades sanitarias del país sospechan que tanto la joven muerta como el niño resultaron infectados tras entrar en contacto con pollos muertos en la zona donde residían. También investigan el caso de una enfermera que trató a la fallecida y que fue ingresada el jueves.

Este caso, de confirmarse, podría suponer un contagio de la enfermedad entre personas, una posibilidad que la Organización Mundial de la Salud atribuyó a una probable mutación en el virus H5N1, causante de la fiebre en humanos. Los científicos indicaron que una mutación se vería favorecida por el contagio con gripe aviaria de una persona que ya estuviera infectada por la común, que sí se transmite entre humanos, o viceversa. El temor a la propagación ha llevado a los países de la región a impulsar la producción de fármacos que combatan el mal.