Marruecos siguió alimentando ayer la confusión y la incertidumbre sobre el destino de los más de 2.000 inmigrantes subsaharianos en su poder. Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que muchos de los 40 autocares en los que iban fueron desperdigados por la zona fronteriza con Mauritania en un intento de despistar a las ONG, mientras algunas fuentes aseguran que se prepara una gran operación de repatriación a los países de origen.

La primera muestra de que este plan podría estar en marcha tuvo por escenario el aeropuerto de Dajla (Sáhara Occidental), donde un avión Hércules C-130 de las fuerzas aéreas marroquís aguardaba anoche la llegada de un contingente de subsaharianos reagrupado para volar de vuelta a Uxda (noreste de Marruecos), donde las embajadas en Rabat de los países de origen debían repatriarlos.

El precedente de hace unos días en Aín Chuater, donde otra supuesta repatriación se convirtió en un nuevo viaje al infierno, no invita, sin embargo, al optimismo, como tampoco lo hace el errático itinerario de varias caravanas de deportados.

Unos 28 autobuses se habían concentrado el lunes en la ciudad de Guelmim, a 800 kilómetros al sur de Rabat, donde, según fuentes diplomáticas de los países de origen, Marruecos se había comprometido a reagrupar a los subsaharianos para repatriarlos, pero ayer al mediodía tomaron dirección sur.

Este diario comprobó que al menos cuatro de ellos se encontraban en Dajla, a unos 1.200 kilómetros más al sur. Otros, según fuentes de organizaciones humanitarias sobre el terreno, se habían dirigido a Bir Guenduf y Esmara, en la frontera del Sáhara Occidental. MSF intentaba verificar si al menos 80 personas fueron obligadas en Esmara a dispersarse por el desierto.

Fuentes saharauis informaron de que el Frente Polisario se preparaba para prestar ayuda a quienes fuesen abandonados en el territorio que controlan.

Otros autobuses siguieron un desconcertante periplo hacia el sur, luego media vuelta hacia el norte y de nuevo al sur, lo que lleva a pensar también que Marruecos cambia de planes sobre la marcha. "Creemos que las autoridades marroquís tenían prevista una operación a gran escala de deportación al desierto y la desmontan precipitadamente", explicaba ayer un responsable de una ONG en Dajla.

"MUERTE CIERTA" El Frente Polisario alertó ayer de que a los subsaharianos les espera una "muerte cierta" si, como todo parece indicar, son "abandonados en distintos puntos" del muro militar marroquí que divide el Sáhara Occidental. Según Brahim Gali, su representante en España, los soldados saharauis que patrullan por el vasto territorio llevan años encontrando cadáveres y grupos de subsaharianos y asiáticos que vagan por los pedregales de la hamada (dicen que el peor de los desiertos).