La evacuación esta semana de un cuartel de bomberos en el barrio neoyorquino de Queens a causa de una invasión de ratas ha puesto de manifiesto, una vez más, la seria amenaza que representan estos roedores para la Gran Manzana.

Es imposible saber con exactitud cuántas ratas habitan en la ciudad de los rascacielos, pero algunos expertos calculan que podrían ser hasta seis o más por habitante, en una ciudad de más de ocho millones de almas.

Un nutrido grupo de estos peludos roedores llevaban confabulados desde hace meses para amargar la vida a los bomberos de un cuartel del barrio de Queens.

El lunes, the bravest (los más valientes), como suele denominarse a estos admirables profesionales, tuvieron que abandonar definitivamente el edificio.

Las autoridades planean destripar el local para sacar las ratas muertas alojadas en las paredes y techo y están decididas a invertir una buena cantidad de miles de dólares en retomar el control de la situación.

El problema en este barrio neoyorquino no es un hecho aislado. El jefe del Departamento de Bomberos, Nicholas Scoppetta, ha reconocido que otra decena de cuarteles tiene problemas con las ratas.

La Asociación de Bomberos Uniformados considera que la plaga, que incluye cucarachas y ratones entre otros animalitos indeseables, afecta al menos a 62 de los 300 locales repartidos por la ciudad.

Las autoridades municipales reconocen que combatir a las ratas neoyorquinas no es tarea fácil y que la situación es más grave en las secciones más humildes de los barrios, donde el deterioro de los edificios y la proliferación de basura es más patente.

El Ayuntamiento ha incrementado en los últimos años las inspecciones y las operaciones de exterminio, aunque los recursos destinados a esas tareas se han mantenido en torno a los 13 millones de dólares.

"Tenemos una ciudad de 8,1 millones de habitantes y alrededor de 30 inspectores para roedores. Si tuviéramos más personal podríamos ser más contundentes", se lamentaba esta semana a The New York Times James Gibson, comisario adjunto de los Servicios de Control Veterinario y de Plagas del Departamento municipal de Salud.