Cristina Ortiz Rodríguez, más conocida como La Veneno, falleció el 9 de noviembre de 2016 tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza, supuestamente, causado por una caída en la bañera de su domicilio. Dos años después de su muerte, la familia ha conseguido reabrir el caso con un nuevo informe forense que podría confirmar la teoría del asesinato. Mientras que la versión policial apuntaba que la artista sufrió un accidente domestico tras ingerir alcohol junto a varios ansiolíticos, la familia sostuvo desde un primer momento que la artista transgénero había sido apalizada en un ajuste de cuentas.

El 5 de noviembre del 2016 Cristina fue encontrada por su novio tumbada en el sofá inconsciente, con una gran brecha en la cabeza y el cuerpo lleno de moratones. Después de que su pareja pidiera ayuda fue trasladada al Hospital, donde se la operó de urgencia por un edema cerebral causado por un traumatismo craneoencefálico. Se le indujo un coma para evitar daños mayores e ingresó en la UCI, pero la 'vedette' murió pocos días después.

Irregularidades hace dos años

Según apunta la revista 'Corazón', su hermana ha presentado un informe forense en el que se contradice la primera autopsia y la versión policial. En este documento elaborado por el forense Luis Frontela, encargado de investigar el crimen de las 'Niñas de Alcàsser', se señala que se cometieron irregularidades y dos años atrás se pasaron por alto algunos detalles.

Frontela sostiene que la muerte de La Veneno fue violenta y que intentó defenderse, ya que su cuerpo presentaba lesiones de lucha o defensa. El forense apoya su argumento en que las imágenes tomadas al cadáver muestran esquimosis y hematomas en el labio inferior, mejilla derecha y en las extremidades inferiores.

La familia de Cristina Rodríguez ha solicitado la reapertura inmediata del caso y ha requerido al juzgado que se les entreguen "todas las muestras obtenidas del cadáver, así como todas las fotografías que aún se conserven".