Un total de 1.500 ovejas merinas trashumantes recorrieron esta mañana las principales calles de Madrid para reivindicar, por décimo año consecutivo, la conservación de las vías pecuarias y la defensa de esta práctica milenaria. Esta jornada dedicada a la trashumancia está incluida en el Proyecto 2001, auspiciado por la Asociación cultural "Concejo de la Mesta", con el que se pretende, según explicó a Efe su presidente, Jesús Garzón, "reivindicar la cultura trashumante que tiene 8.000 años de antigüedad". "Es un proyecto cultural, ecológico y social", indicó Garzón para quien esta práctica tiene una gran importancia ya que "garantiza los productos de gran calidad y la conservación del medio natural". Acompañadas de cuatro pastores, otros tantos perros mastines y caballos y cinco careas -perros pastores de pequeños tamaño-, el rebaño partió a las 10.00 horas de esta mañana de la Casa de Campo, donde las ovejas pernoctaron, hacia la calle Mayor. Sobre las 10.30 horas, los ovinos llegaban a la plaza de la Villa, donde el dueño de las mismas, Longino Alvarez, entregó al delegado de la Concejalía de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad, Ignacio López Galiacho, los cien maravedíes como pago simbólico para utilizar las dehesas y prados de la Villa de Madrid. El pastor le agradeció a López Galiacho el permiso otorgado para poder desarrollar la actividad trashumante, aunque lamentó que "no se apoye la trashumancia en la ganadería ni se tenga interés por ella". A ritmo de panderetas, tambores, gaitas y cánticos tradicionales, continuó el paseo por la Cañada Real de la Puerta del Sol, que atraviesa el centro de la capital por las calles Mayor, Sol, Cibeles y la Plaza de la Independencia, donde se conserva un mojón, una señal de piedra en la que se recuerdan los derechos de los pastores a utilizar estas vías para el traslado de su ganado. Numerosos curiosos y turistas acompañaron al rebaño en este paseo que duró unas tres horas y transcurrió sin incidentes y, con cámara en mano, inmortalizaron la singular imagen de más de un millar de ovejas por las calles del centro. A su paso, un dispositivo especial formado por cien agentes de Policía Municipal fueron restableciendo el tráfico, mientras que el SELUR se encargó de la limpieza de las calzadas. El rebaño también estuvo acompañado por representantes de la ONG Ecologistas en Acción y varias asociaciones culturales de Burgos, León y Cantabria, cinco burros y una pareja de bueyes anclados a un carro, en representación simbólica de la antigua forma de transportar la madera. Desde la Plaza de la Independencia, el rebaño inició el camino de regreso por Cibeles, Alcalá, Puerta del Sol, Arenal, Bailén, Cuesta de la Vega, Parque de Atenas, paseo Virgen del Puerto, glorieta de San Vicente, Puente del Rey y Casa de Campo. Con paso más rápido "por la incesante lluvia y porque los ovinos ya saben que van a comer", dijo a Efe un pastor, el rebaño llegó en torno a las 13.00 horas, una hora antes de lo previsto a su destino, la Casa de Campo, donde a estas horas se celebra una comida con la que se despedirá al rebaño trashumante. A las 17.00 de esta tarde, las 1.500 ovejas merinas partirán hacia Extremadura, de donde salieron el mes de mayo para pasar el verano en los Picos de Europa. Cuando hayan llegado de nuevo a Extremadura, dentro de dos semanas, habrán recorrido un total de 1.200 kilómetros por las cañadas reales de La Plata, Soriana Occidental, Leonesa Occidental, Leonesa Oriental y Segoviana y habrán atravesado diez provincias de cinco comunidades autónomas distintas, Extremadura, Castilla y León, Cantabria, Madrid y Castilla La Mancha. La red nacional de vías pecuarias conserva aún 120.000 kilómetros de caminos ganaderos, con más de 400.000 hectáreas de superficie -el 1 por ciento del territorio nacional- de gran valor ecológico, histórico, social y cultural.