¿Hay algo que objetar cuando un paciente que es mayor de edad permite que su psiquiatra le ayude a curar la homosexualidad? El doctor Joaquín Muñoz defiende que no: "La psiquiatría estudia las patologías de la libertad", concluye. Por eso, siempre que apruebe la decisión de su paciente, tratará de ayudarle, agrega.

Sin embargo, hay voces en contra, como la de Lidia Buisan, profesora de Derecho de la Universidad de Barcelona, que dice: "La opción sexual no es ninguna enfermedad y, por lo tanto, no puede haber ningún tratamiento médico orientado a curarla". Es legítimo tratar los síntomas derivados de una orientación sexual no aceptada por el propio paciente, como la angustia, pero jamás intentar cambiarla mediante la psiquiatría y la medicina.

Muñoz añade que el consentimiento del paciente no es una carta blanca y recuerda que a este se le debe facilitar toda la información del diagnóstico y las consecuencias del tratamiento. El paciente debe decidir sobre el problema con conocimiento de causa.

Tanto los códigos deontológicos como la ley de ordenación de profesiones sanitarias exigen rigor científico y velar por la salud de los pacientes. La aboga Carme Herranz afirma que se puede denunciar ante la justicia una terapia reparativa. Según afirma esta letrada, el paciente podría demandar al psiquiatra ante un juzgado de instrucción y ganar el juicio si se demostrase una relación causal entre el tipo de tratamiento y la aparición de nuevas enfermedades.

EJERCICIO DE FE En muchos casos, las personas que acuden a las terapias de reparación persiguen modificar su deseo sexual por motivos religiosos. El doctor Muñoz recomienda a sus pacientes complementar el tratamiento con visitas al párroco y el ejercicio de la fe.

En EEUU hace años que algunas organizaciones intentan convencer a la sociedad de que es posible dejar atrás la homosexualidad con la ayuda de Dios y la medicina. El llamado movimiento exgai es un lobi que propugna la reconciliación de la sexualidad y la fe, y combate los argumentos defendidos por gais, lesbianas y transexuales. Es el caso de Exodus International, cuyos miembros se definen como el ejemplo a seguir y organizan actos para captar adeptos. En España, este movimiento es minoritario.