Los mineros desplazados desde Asturias encaran la recta final de su trabajo, al encontrarse a menos de un metro de donde se cree que está Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo el 13 de enero en Totalán (Málaga). Sin embargo, la necesidad de una nueva microvoladura retrasa, de nuevo, el rescate.

Al cumplirse 24 horas del primer acceso de los mineros, la excavación de este túnel horizontal ha alcanzado los 3,15 metros, de un total de cuatro metros necesarios, ha informado la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

En la zona donde se desarrolla el dispositivo hay un continuo trasiego de helicópteros, uno de los cuales ha regresado después de volar hasta Sevilla para recoger material explosivo con la intención de que el equipo no se quede en ningún momento sin provisión de este material para hacer microvoladuras controladas que ayuden a desmoronar la roca.

Un segundo y tercer helicóptero han trasladado desde Palma de Mallorca y desde Cantabria a cuatro guardias civiles del Equipo de Montaña, especialistas en espeleología y microvoladuras (dos de cada sitio), para reforzar el dispositivo de rescate por si fuera necesario hacer relevos, han añadido dichas fuentes.

La dureza del terreno, con materiales como la cuarcita, según ha informado en redes sociales tras su visita a la zona el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha obligado hasta ahora a los especialistas a realizar tres microvoladuras, dos durante la pasada madrugada y la tercera esta mañana.

El delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur en Málaga, Juan López-Escobar, ha comentadoa la prensa que los mineros están abrumados por el "seguimiento mediático" de que son objeto.

Los sanitarios que participan en las labores y la Policía Judicial de la Guardia Civil están preparados para rescatar a Julen, y en la zona hay un helicóptero adaptado al vuelo nocturno y se dispone de una superficie donde puede aterrizar un helicóptero medicalizado, además de permanecer desde el primer momento una UVI móvil.