Los rectores nunca han visto con buenos ojos la ley orgánica de universidades (LOU) aprobada en el 2001. Y ahora afirman que, aunque el Gobierno la reforme, dentro de cuatro años deberá ser sustituida por una ley completamente nueva. En 2010, el sistema universitario deberá estar adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior y, por tanto, la normativa española habrá caducado.

Aun así, el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Juan Vázquez, aseguró que si el Gobierno incorpora las propuestas que por la tarde entregaron a la ministra de Educación, por el momento las facultades tendrán "un marco más favorable". "Pero la universidad del futuro requiere otra ley".

Entre las medidas propuestas destaca la petición al Gobierno de que fije un modelo de financiación único para todas las comunidades. "Necesitamos mecanismos que aseguren la coordinación" entre todas las autonomías, aseguró Vázquez. Los rectores sugieren también que se aumente el número de becas y que se establezcan ayudas para la inserción laboral de los estudiantes.

Además, sugieren que el concurso para las plazas de catedrático debería incluir un "acto público de defensa de la idoneidad de cada candidato", según regulen las universidades.

En la consideración de los méritos de la carrera académica, los rectores quieren que se tengan en cuenta no sólo la investigación, sino también la docencia de una forma equilibrada y opinan que el presidente del Consejo Social de la Universidad debe ser nombrado por el Parlamento "oído el rector".