La memoria del pueblo saharaui se mantendrá viva en Mérida. Una muestra de 44 instantáneas realizadas por el fotógrafo documentalista pacense Lucas Garra se encargará de dar a conocer la situación en la que vive este colectivo "para que no quede en el olvido".

El artista expone La Memoria del Sáhara hasta el 15 de marzo en el Centro Cultural Alcazaba, una obra que desarrolló durante su estancia, de una semana, en los campamentos de refugiados saharauis. Allí realizó fotografías durante doce horas diarias, imágenes que después tardó alrededor de un año en seleccionar y editar.

Durante un encuentro con los medios de comunicación, Lucas Garra explicó ayer que la experiencia ha sido "magnífica", y en su trabajo, "libre de prejuicios", trata de reflejar lo que se encuentra allí, aunque es cierto que desde una mirada "muy personal". Por ello, los primeros planos son "imprescindibles", porque a juicio del autor, fotografiar "arena y casas de adobe es muy sencillo, lo difícil es contactar con los saharauis". Así, las imágenes consiguen "acercar mucho más el sentimiento" y las "miradas" de los protagonistas de la situación.

Es cierto que los ojos de los niños "transmiten alegría" (aunque la intención no es "sacar sonrisas", sino contar "lo que realmente está ocurriendo") así como "tranquilidad", debido a que ellos "no son conscientes de la realidad". Por tanto, Garra destacó que donde "realmente" se aprecia "que sufren, es en los adultos".

El conflicto del Sáhara Occidental se alarga ya 30 años. Esta zona fue colonia española hasta 1975, año en que Marruecos la invadió. España ya se había comprometido a iniciar el proceso de descolonización con la ONU, pero la ofensiva marroquí sorprendió al país, que ya estaba en una situación complicada (Franco estaba a punto de morir) y optó por abandonar el territorio. Después, vino una guerra que castigó al pueblo saharaui hasta 1991 y que obligó a cientos de ellos a instalarse en campamentos de refugiados en Tindouf (Argelia). Hoy, todavía está pendiente de celebrarse un referendo de autodeterminación.

Aunque según el artista, "hay quien todavía confía" en España para salir del conflicto, y el sentimiento de independencia todavía es latente entre la población.

El delegado de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, Julio César Fuster, que también estuvo presente en la inauguración, destacó que "a pesar de todo, el saharaui tiene una sonrisa, lo que demuestra que las espectativas de futuro siempre hay que mantenerlas", porque, según dijo, "la esperanza es el último baluarte que le queda a un pueblo desplazado".

El edil también destacó que esta exposición, además de "una mirada de expectativas de futuro", muestra el transcurrir de la vida cotidiana del pueblo saharaui a través de "los ojos" de Lucas Garra, y que contiene "rincones de esperanza en cada una" de las fotografías realizadas por Garra.