España devolvió este miércoles a Italia tres valiosas esculturas robadas hace años en Roma, una de ellas del siglo II d.C y propiedad del director Roberto Benigni, que fueron vendidas en el mercado negro y localizadas en anticuarios de Barcelona y Madrid.

La más valiosa es una musa romana de un metro de altura y de mármol, datada en la Roma imperial del siglo II d.C, robada en 2010 del jardín de la casa de Benigni y de su esposa, Nicoletta Braschi.

Las otras dos, localizadas en Barcelona, son una escultura de la diosa Diana, de finales del siglo XVIII y sustraída en 2005 de la Villa Borghese romana, y un busto del emperador Septimio Severo (siglo II-III d.C) robada en 2010 del Jardín Botánico de Roma y valorada en unos 45.000 euros.

La Policía Nacional española las recuperó y a finales del pasado febrero se coordinó con la división del cuerpo de Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural para organizar el regreso de las obras a Italia por tierra y mar.

PIEZAS PROTEGIDAS

Estos importantes tesoros artísticos y otros recuperados en distintos países europeos fueron presentados en un acto en el que participó el ministro del Cultura italiano, Alberto Bonisoli, y oficiales de los Carabineros, quienes agradecieron la devolución.

La Policía Nacional recibió el aviso de los Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural y acabó localizando las piezas robadas en dos anticuarios de Barcelona y en un domicilio madrileño.

El consejero de Interior de la embajada de España ante Italia, Domingo Suárez, indicó que las obras "usaron canales ilegales de introducción a España" y señaló que los anticuarios eran conscientes de que son "piezas muy protegidas que no están en el mercado normal".

Sobre la recuperación de los piezas, sostuvo que España no es un mercado predilecto para los contrabandistas de arte: "En España hay clientes, como en otros países. España es un destino más, no es un destino concreto y específico", refirió el policía.

EXPOLIO EN ITALIA

Suárez aplaudió la colaboración y "gran coordinación" con las autoridades italianas y apostó por fomentar la diplomacia cultural para también tutelar el inmenso patrimonio cultural español.

El expolio de patrimonio en Italia ha descendido en los últimos años pero en 2018 los robos ascendieron a 474, más que los 419 del año anterior, y tuvieron lugar especialmente en las iglesias y otros lugares de culto del país.

Y es que estos espacios son "el talón de Aquiles" en la protección del arte italiano, según reconoció el general de brigada Fabrizio Parrulli, quien llamó a proteger el acervo sacro.