Las familias desalojadas del edificio de Cornellá de Llobregat (Barcelona) donde se produjo ayer una explosión de gas tuvieron ayer una última oportunidad para intentar recuperar sus pertenencias de sus pisos, donde accedieron de manera escalonada y acompañados de los bomberos.

Fuentes de los Bomberos de la Generalitat confirmaron que los vecinos del inmueble siniestrado, el del número 36 de la avenida de Porta Diagonal, podrían, si lo deseaban, volver a sus pisos para recoger objetos personales y que se consideren "básicos" como algo de ropa o papeles, lo que no incluye muebles o electrodomésticos.

Durante toda la tarde del viernes y hasta las 23.00 horas los bomberos ya fueron acompañando a los vecinos de manera escalonada para que recogieran lo mínimo para pasar la noche fuera.

Cinco coches de los bomberos continuaban ayer en el lugar donde se produjo la explosión.

Una fuga de gas en la zona de contadores del bloque siniestrado y que se fue acumulando durante la noche fue la causa de la explosión que provocó la muerte de una niña de dos años y 22 heridos.