Reebok ha aceptado pagar 25 millones de dólares (unos 18 millones de euros) en un acuerdo legal para archivar las acusaciones de que promocionó sin base unos supuestos beneficios para la salud de sus zapatillas Easy Tone y Run Tone, según ha informado en su página web la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC por sus siglas inglesas). El organismo ha precisado que el importe se destinará a devolver el dinero a las personas que compraron las zapatillas o productos de esa línea de Reebok. La FTC sostenía en su demanda que Reebok, marca dependiente de Adidas AG, aseguraba de manera infundada en su publicidad que los modelos Easy Tone y Run Tone "reforzaban y tonificaban músculos de las piernas y las nalgas más que las zapatillas normales". El organismo explica que Reebok empezó a atribuir esos beneficios a su calzado en el 2009, e incluso aportó estadísticas sobre las supuestas ventajas. Estos datos, sin embargo, carecen de base, en opinión de la FTC.