El debate de aprobación de la nueva ley urbanística valenciana dejó claro ayer que las diferencias entre el Gobierno del PP y la oposición son insalvables. Mientras el conseller de Territori, Rafael Blasco, defendió que su propuesta cumple "las recomendaciones" de Bruselas porque será la norma "más social y sostenible de la UE", tanto socialistas como Esquerra Unida auguraron que la norma no parará las denuncias por abusos. A su juicio, "incumple los requerimientos de las instituciones europeas".