Periodista

Que Extremadura pueda exhibir la colección de arte contemporáneo de Helga de Alvear es una de esas noticias sorprendentes que rara vez ocurren. Los fondos de esta galerista, una de las más prestigiosas de España, abarcan los principales movimientos de vanguardia a partir de los años cincuenta y aunque dispone de representación de los géneros pictóricos, instalaciones y vídeo, es, sobre todo, su colección fotográfica la que resalta, con una nómina de autores y obras únicos.

Sobre la elección de Cáceres comentó ayer en Mérida cuando se le preguntó: "Soy alemana y he elegido Extremadura porque creo que la convivencia con personas procedentes de otros países ha sido muy importante aquí". Tal vez aludía a otro alemán, Wolf Vostell, que también decidió mostrar permanentemente su obra en esta región. Si el proyecto sigue su curso, y ayer los políticos (el presidente de la Junta de Extremadura y el alcalde de Cáceres) no mostraron dudas de la importancia de esta iniciativa cultural deseada también por otras ciudades, Extremadura tiene una oportunidad inmejorable de albergar una de las grandes colecciones de arte internacional que existen hoy. Se crearía así una oferta artística de primer rango que se sumaría a las propuestas del MEIAC en Badajoz y el Museo Vostell Malpartida en Malpartida de Cáceres.