Lucas Ventura lleva una vida normal: va al colegio, juega al fútbol, se aburre en clase de historia,... Lucas podría ser cualquier adolescente de nuestra sociedad, sin embargo no es real, es el protagonista de Los viajes de Lucas Ventura, la nueva obra del informático cacereño Antonio Jesús González. Su vida tampoco es real, pero sería envidiada por la mayoría de sus iguales porque, gracias a unas cartas, encuentra una moneda a través de la que es capaz de emprender un viaje hacia el pasado de su tierra, Extremadura. Todas las aventuras que vive en su largo trayecto le llevan a sentir una inacabable emoción por su asignatura pendiente: Historia.Con lo puesto, Lucas viaja al Mérida del siglo IV, a Badajoz justo en el momento de su fundación por Ibn Marwan, a Guadalupe durante la orden Jerónima o a Cáceres en la época en la que acude Isabel la Católica. Aquí incluso Lucas toma contacto con la comunidad judía, a los que con sus propios ojos ve marcharse hacia el exilio por Valencia de Alcántara. Este adolescente tiene la oportunidad de vivir desde Trujillo, una de las ciudades fundamentales para la conquista de América, cómo vivieron los extremeños este pasaje histórico.La obra de González está escrita para que los jóvenes sean capaces de apreciar la Historia: "la historia leída friamente no se entiende, este libro ayuda a entender cómo vivían esos romanos en la historia de Mérida. De hecho ha sido reclamado por determinados institutos, porque es un libro pedagógico", dijo la consejera de Cultura y Turismo, Leonor Flores, quien aseguró haberle apasionado al leerlo. "Lo mejor es el desenlace, porque te mantiene en vilo hasta el final", aseveró."Fomentar la lectura entre los niños y los jóvenes es una tarea que las instituciones deben marcarse como base. Necesitamos una sociedad culta porque es la única manera de evolucionar y de ser capaces de mirar al futuro sin complejos", comentó el autor de la obra, que hizo una reflexión sobre la sociedad extremeña: "quería hacer más cercana nuestra propia historia. Los extremeños necesitamos querernos a nosotros mismos y asimilar que en nuestra tierra ha habido momentos de esplendor magníficos y también momentos de lástima". Y haciendo mención a las palabras que ofreció el musicólogo Jordi Savall durante su estancia en Cáceres --actuó aquí el 12 de octubre-- recordó que "las sociedades avanzadas no son las que respetan su actual patrimonio, sino las que son capaces de valorar su historia, sus costumbres y su pasado".Para lograr ese apego por la historia extremeña, el autor habla de ella desde el punto de vista de un adolescente, para que los chicos la respeten y sepan que "detrás de cada puente y de cada muralla que ahora vemos existe la historia de personas que pasaron por nuestra tierra".