El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, optó finalmente ayer por pedir disculpas a los fieles por haber oficiado el domingo una misa junto a una bandera preconstitucional y otra parafernalia franquista en la capilla del cementerio de los mártires de Paracuellos del Jarama (Madrid). Reig obvió el miércoles invocar el perdón de la feligresía en un primer comunicado en el que justificaba su presencia en un acto de una asociación ultraderechista. La nota de ayer señala que "nada de lo realizado por el obispo tuvo connotación partidista alguna", que "todo aquel que lo deseó pudo saludar al pastor" (en alusión al abrazo del ultra Blas Piñar) y que la bandera preconstitucional "ya se hallaba allí cuando se inició la misa".