Un equipo de científicos británicos podrán, por primer vez en Europa, clonar embriones humanos con fines terapéuticos. Las autoridades del Reino Unido concedieron ayer a expertos de la Universidad de Newcastle la primera licencia para que puedan llevar a cabo este tipo de investigación.

El grupo de científicos del Instituto de Genética Humana de esta universidad había presentado el pasado junio un proyecto para usar la clonación de embriones humanos con el fin de obtener células madres y desarrollar tratamientos para la diabetes. La autorización fue recibida con entusiasmo por la comunidad científica británica, que considera que el ensayo permitirá avanzar en el tratamiento de otras graves enfermedades degenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer.

El Parlamento británico aprobó en febrero de 2002, después de un intenso debate, una ley que permite clonar embriones humanos, pero exclusivamente con el fin de investigar en tratamientos contra enfermedades hasta ahora incurables. Además, un organismo controlado por el Gobierno debe decir en cada uno de los casos que se presenten si se otorga una autorización para llevar a cabo la clonación. Los científicos de la Universidad de Newcastle se han convertido en los primeros en recibir la licencia de la Autoridad Británica de Fertilidad Humana y Embriología (HFEA).

UN AÑO DE ANALISIS Lo que para unos es un hito científico y un paso enorme para la ciencia, para otros, como algunos grupos religiosos y antiabortistas, es una práctica inmoral y éticamente reprochable.

La técnica de clonación terapéutica, aunque parecida, es diferente a la de clonación reproductiva de humanos, prohibida en el Reino Unido y penada hasta con diez años de cárcel. A través de la clonación (similar a la que se usó con la oveja Dolly), los científicos serán capaces de crear embriones humanos de los que obtendrán células madres. Estas, por su gran versatilidad, pueden convertirse en cualquier tejido u órgano del cuerpo humano.

Según los encargados del proyecto, los embriones clonados serán destruidos antes de 14 días desde su formación y nunca se permitirá desarrollar células de una tamaño mayor que la cabeza de un alfiler. Los científicos han adelantado que deberán pasar al menos cinco años hasta que los primeros pacientes puedan recibir las células madres procedentes de embriones clonados.