Eva ha tenido a su disposición 24 horas durante varios días a celadores, auxiliares de enfermería, enfermeras, ginecólogos y matronas. Además, un sinfín de pruebas, servicios y comida. Lo habitual en casos de ingreso hospitalario en España, que cuenta con una Sanidad pública que lo garantiza. Pero ella va más allá. En una publicación que se ha hecho viral en Facebook, pide que tras este tipo de atenciones se le facilite una factura de lo que le habría costado.

"Me han ingresado cinco días y al darme el alta solo he recibido un papel en el que me explican las instrucciones que debo seguir para mi tratamiento, mi próxima cita y la firma de mi ginecólogo", narra. "Me habría encantado recibir también la factura de todo lo que no he pagado, la verdad. Porque creo que no somos conscientes de la suerte que tenemos y de la necesidad de luchar por que no nos arrebaten este sistema".

En su reivindicación, cuenta que una cama en planta cuesta más de 1.000 euros por noche, y explica su caso: "He tenido a mi disposición 24 horas durante estos días a celadores que me llevaban en la cama a paritorio y vuelta. Auxiliares de enfermería y enfermeras que venían a verme cada tres horas (tomarme la temperatura, la tensión, seguir mi historial, medicamentos prescritos, cambios de suero y vías, curas de las heridas...). Había un botón sobre mi cama por si necesitaba llamarlas entre visita y visita (tuve que hacerlo un par de veces de madrugada y no tardaron ni 2 minutos). Su trabajo también incluye tranquilizarnos y hacernos sentir cuidadas y acompañadas".

Pero más allá de ese cuidado diario y constante, hay que destacar también los especialistas y pruebas con los que ha contado. "Ginecólogos que me han ido controlando las ecografías (3 al día con el consiguiente material y maquinaria), obstetras que trabajaban junto a los ginecólogos para comparar visiones y explorarme por dentro (2 veces al día). Matronas que controlaban las contracciones en monitores en otra sala (otras 3 veces al día), que me daban consejos y me enseñaban a tranquilizarme".

Por no hablar de la comida, especial para una mamá gemelar, cuatro veces al día. "Leche caliente por las noches para que durmiese mejor. Medicinas intravenosas (4), suero (2) inyecciones (3), pastillas (6 al día). Pruebas de laboratorio (3 analíticas y 2 cultivos). Servicio de sábanas, toallas, pijamas limpios cada mañana. Jabón y esponjas. Servicio de habitaciones. Y por supuesto, quirófano listo por si hacía falta cesárea de urgencia".

Así que sí, concluye, ha echado en falta una factura de todo lo que no ha pagado. "Deberían dárnoslas a todos para que las concentraciones las hiciéramos por motivos como no perder poco a poco esto que tenemos... En lugar de esperar a futbolistas en las puertas de la Agencia Tributaria".

Pasados unos días, y ante la repercusión de su petición y las críticas quiso añadir información: "Hace unos años se decidió que la Sanidad pública en nuestro país se financiase a través de los impuestos que pagamos. Del IVA. O sea que tú vas y te compras un boli y ya estás dejando tu parte para la sanidad de este país. Porque claro los españoles nunca piden a su primo el pintor que no le cobre el IVA porque somos todos muy sensatos y buenos ciudadanos, así que funcionó la idea", relata.

Y hace un párrafo de conclusión, de aprendizaje: "La financiación de la Sanidad NO proviene de las cotizaciones en la Seguridad Social, sino de los IMPUESTOS que pagamos al consumir bienes y servicios. Ya tengas un DNI con domicilio en Torremolinos, o no tengas permiso de residencia (inmigrante! vete a tu país! venís aquí a parir y robarnos!, como me habéis dicho). De deberes os pongo googlear la palabra recortes".