Los relojes deberán adelantarse una hora la madrugada de este domingo, de modo que a las 2.00 pasarán a ser las 3.00. La medida estará en vigor durante siete meses, hasta octubre. El cambio se produce en unos 80 países --incluida toda la Unión Europea-- y se empezó a generalizar en el mundo en 1974, a raíz de la primera crisis del petróleo. Una directiva de 2001 estableció que el último domingo de marzo y octubre, es decir dos veces al año, se llevaría a cabo el cambio de horario. No todo el mundo está a favor de la medida, y muchos detractores denuncian que el cambio de hora tiene efectos perjudiciales sobre la salud humana y animal, ligados a la secreción de melatonina, una proteína que regula el sueño.