El grave accidente del Viernes Santo en Martín de Yeltes (Salamanca), donde murieron seis jóvenes al ser atropellado su coche por una locomotora, no es atribuible ni al maquinista ni a algún fallo mecánico del tren o del sistema ferroviario. Esa es la conclusión de Renfe, que lo considera como un accidente de carretera y no de ferrocarril, por lo que no abrirá una investigación.

Según la compañía ferroviaria, sus elementos y mecanismos funcionaron correctamente. El accidente se produjo en una zona con visibilidad en una línea recta, donde el maquinista, que iba acompañado de personal de seguridad de Renfe, advirtió con la bocina cuando vio acercarse el coche a la vía. En el lugar de la travesía hay un stop.