Rusia culminó con éxito una arriesgada operación de rescate en el Artico de una expedición polar atrapada en un témpano de hielo resquebrajado que fue recogida por dos helicópteros y trasladada a la isla noruega de Spitsbergen.

"La operación fue un éxito: los doce científicos y dos perros ya están a bordo de nuestro helicóptero", anunció por teléfono Artur Chilingárov, antiguo explorador polar y actual vicepresidente de la Duma rusa que encabezaba la misión de rescate.

Toda Rusia aguardaba impaciente desde hace tres días estas palabras, pronunciadas después de que un helicóptero recogiera a los exploradores, pero aún hubo que esperar otras tres largas horas hasta que confirmarse su llegada a Spitsbergen (Svalbard).

Los doce científicos fueron recogidos por un MI-26 de transporte que logró aterrizar en los restos del témpano, de apenas 80 por 100 metros, resquebrajado el pasado miércoles y que se encontraba a la deriva a unos 700 kilómetros al norte de Spitsbergen.

Los expedicionarios, cuyas vidas corrían peligro tras romperse el campo de hielo en el que se encontraba su campamento y la estación científica Polo Norte-32 (PN-32), habían acondicionado una pista de aterrizaje de 20 metros cuadrados para recibir a los socorristas.

El MI-26, con capacidad de hasta 20 toneladas, voló hacia el campo de hielo ayer mañana precedido por otro aparato, un MI-8 ligero que cumplió una misión de exploración y asistencia en esta singular operación, que duró ocho horas y media.

El rescate se realizó a una temperatura de 25 grados bajo cero, lo que dificultó aún más la operación.