TTtres mil años de filosofía y seguimos sin saber para qué existe el hombre. Unos creen que somos un accidente de Dios, lo cual justificaría que esté desde entonces en baja laboral. Otros piensan que somos parte del mismo Dios y que la vida es un paréntesis entre la eternidad de antes de nacer y la de después de morir. Algo así como quien sale al baño en mitad de una película muy larga. Es decir que, para estos señores, la vida es una cagada, con perdón. A saber quién está en lo cierto. Yo, que en estos asuntos, como en tantos otros, no tengo ni idea, y me gusta andarme con mesura, no sabría decir para qué existe; lo que sí tengo observado es que el hombre es un animal que resiste. Se aferra a la vida como quien no tiene otra cosa que llevarse a la boca. Da igual que seas el Papa o Tookie Williams , Terminator o Woody Allen . Nadie muestra prisas por pasar a mejor vida. Preferimos dejarlo para mejor momento. Algo nos empuja a seguir respirando, incluso en circunstancias en las que sería comprensible tirar la toalla, y aún exigir el libro de reclamaciones. Pienso en los 24 años de prisión de Tookie Williams esperando esa aguja mortal, y no entiendo cómo no se ha vuelto loco. Una cosa es saber que todos tenemos contraída una cita con la muerte y otra es que te den día y hora para morir, como si fueras al peluquero. Y más si tardan dos décadas en darte la vez. A eso no se le puede llamar justicia; eso es de una mala leche intolerable. La justicia con crueldad se parece mucho a la venganza. Si consideraban que el perdón no era el camino, al menos que hubieran tomado el atajo de la piedad y la presteza. florianrecioyahoo.es