Las autoridades francesas han denunciado y retirado del mercado las prótesis mamarias en gel de silicona Poly Implant Prothèse (PIP), alertadas por una tasas inusual de roturas. La investigación ha destapado un fraude en los materiales empleados en la fabricación de las prótesis, que en Francia llevan entre 35.000 y 45.000 mujeres, según los responsables sanitarios.

La agencia de productos sanitarios (Afssaps) considera que la duración de un implante mamario ha de ser de unos diez años, pero estas prótesis se tompían "más y más pronto", según el director de evaluación de dispositivos médicos, Jean-Claude Ghislain.

La inspeccíón detectó que el fabricante utilizaba un tipo de silicona que no se correspondía al que declaraba, y que esto llevaba haciéndolo durante varios años.

Creada en 1992 y con sede en el sur de Francia, PIP, actualmente bajo control judicial por razones económicas, exporta el 90% de su producción. Según el director de evaluación de dispositivos médicos, Jean-Claude Ghislain, entre 35.000 y 45.000 mujeres son portadoras de implantes PIP en Francia y entre "cien y mil tendrán que cambiarlas".

En total, según los fabricantes, unas 500.000 mujeres llevan implantes mamarios en Francia, el 80% por razones estéticas y solo el 20%, por reconstrucción.