Don Juan Carlos y Benedicto XVI han compartido hoy en el Palacio de la Zarzuela su preocupación por los problemas de la juventud actual y han coincidido en la necesidad de encontrar salidas a la insatisfacción que muestran los jóvenes, según han explicado fuentes de la Casa del Rey.

El papa y el rey se han reunido a solas durante algo más de veinte minutos en el despacho del monarca, donde han mantenido una conversación presidida por un ambiente de "gran cordialidad", en la que el pontífice ha agradecido a los jóvenes y al conjunto de la población española, así como a sus autoridades, el apoyo recibido para la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Ambos han constatado que comparten la preocupación por los problemas que sufre la juventud y coinciden en la necesidad de encontrar salidas a esos "caminos cerrados" que los jóvenes sienten que tienen ante sí.

Esta reunión ha puesto fin a una visita de cortesía del papa a la Zarzuela durante la que también ha tenido ocasión de mantener un "encuentro familiar" en la residencia privada de los reyes no sólo con don Juan Carlos y doña Sofía, sino también con los príncipes de Asturias y la infanta Elena, que han acudido a recibir al papa acompañados de sus hijos.