El técnico extremeño Reyes Abades, ganador de seis Premios Goya a los mejores efectos especiales, desvela por primera vez, en una exposición que se inaugura ayer con motivo del Festival de Cine Español de Málaga, los secretos que le han llevado a participar en los principales títulos de los últimos años.

En la muestra pueden verse, entre otras, una maqueta de metal y madera, a escala 1:10, del puente de Territorio Comanche , un barco utilizado en El embrujo de Shanghai , y una nave de poliéster de El caballero del dragón , una película que supuso "un antes y un después" en los efectos especiales en España, según Abades.

Este especialista, nacido en Castilblanco y que lleva trabajando cerca de 34 años en cine y ha realizado los efectos de multitud de eventos públicos como las Olimpiadas de Barcelona, dijo: "Lo único que hago es dejarme la piel, pero porque me gusta, disfruto y me siento como un niño grande, y encima me dan premios y me lo reconocen".

Abades hizo hincapié en que no hay ningún efecto especial "imposible" porque "no existe el no, si un director se imagina que el mar se separa, hay que hacerlo; ¿Cómo lo hagas?, eso ya es otro cantar". Sin embargo, sí que puntualizó que el efecto más complejo "puede parecer una tontería, como por ejemplo que una señorita vaya por la calle y se le rompa el tacón de un zapato".