Don Juan Carlos y Doña Sofía han inaugurado hoy la nueva sede del grupo Gas Natural, el emblemático edificio de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue situado en el barrio marinero de la Barceloneta, que acoge a los mil empleados que la compañía energética tiene en Barcelona.

Los Reyes han llegado a la sede de Gas Natural, donde han sido recibidos por el presidente del grupo, Salvador Gabarró, y su consejero delegado, Rafael Villaseca, el presidente de la Generalitat, José Montilla, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, la ministra de Vivienda, Carme Chacón, y el ministro de Industria, Joan Clos.

Tras descubrir una placa conmemorativa de la inauguración en el vestíbulo de la sede, los Reyes han hecho un recorrido por el edificio, se han reunido con el consejo de administración del grupo y han firmado en el libro de honor de la compañía. Durante el recorrido por la nueva sede de Gas Natural, han visitado una de las plantas de oficinas y han saludado a los empleados, al tiempo que la arquitecta Benedetta Tagliabue les ha explicado algunos detalles del edificio.

En su intervención, el presidente de Gas Natural ha destacado los valores simbólicos que caracterizan el nuevo edificio, su transparencia, su ubicación en la Barceloneta, "en el mismo lugar donde nació la compañía, y su cercanía al mar Mediterráneo, símbolo de comercio y expansión exterior, que representa el impulso de la compañía para convertirse en un operador global".

Al acto, han asistido también los consellers de Economía y Medio Ambiente, Antoni Castells, y Francesc Baltasar, respectivamente, el presidente de La Caixa, Isidre Fainé, el presidente de Criteria, Ricard Fornesa, el director general de La Caixa, Juan María Nin, el presidente de Repsol, Antoni Brufau, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y el presidente de Sacyr-Vallehermoso, Luis del Rivero, entre otros. Tras el acto de inauguración, los Reyes han podido ver uno de los coches que funcionan con gas natural.

Un espectacular edificio

El edificio, situado en parte de los terrenos de la antigua fábrica de gas de la Barceloneta, tiene 30.125 metros cuadrados de superficie construida sobre rasante y tres plantas de aparcamiento bajo rasante de 19.344 metros cuadrados.

El elemento más característico de la nueva sede es una torre acristalada de veinte plantas y un edificio horizontal en voladizo, que surge de la parte media de la torre. Además, el complejo cuenta con una tercer pieza, un anexo con una altura de cuatro plantas también acristalado y con forma de cascada.

La maqueta del edificio forma parte de la colección permanente de arquitectura del Museo de Arte Moderno de Nueva York (Moma).

Los trabajadores de Gas Natural empezaron el traslado a la nueva sede en octubre de 2006 y, meses más tarde, el edificio tuvo que ser desalojado un par de días tras detectarse que algunos empleados estaban afectados de lipoatrofia semicircular, una enfermedad no grave causada por una confluencia de factores vinculados a edificios modernos que generan muchos campos electromagnéticos, y que se solucionó tras tomarse las medidas preventivas necesarias.