Francisco A. C., de 42 años y vecino de la Beguda Baixa, en Sant Lloren§ d´Hortons (Alt Pened¨s), y su compañero Salvador P.V., de 43 años y residente en una urbanización, conocían bien los caminos que comunican los dos municipios porque son aficionados a la caza. Pero el miércoles no calibraron el peligro que entraña conducir por la zona en plena tempestad y fueron sorprendidos por la violenta crecida de una riera, cuyo nivel alcanzó los tres metros de altura. El cadáver de Francisco fue hallado el viernes pero los equipos de búsqueda no lograron localizar ayer el cuerpo de Salvador. La avenida de agua fue brutal. "Podría haber movido piedras de varias toneladas" explicó ayer el inspector jefe de bomberos.