La operación contra el blanqueo de dinero ha desatado una nueva bronca en el ya convulso galimatías político de Marbella tras las polémicas declaraciones de la alcaldesa, Marisol Yagüe, (Grupo Mixto) acerca de que sólo se habla de la ciudad "para cosas malas". El resto de grupos la secundan y ven que "se ha generalizado" una situación concreta.

En estos términos se expresó el portavoz del PA, Pedro Merino, para quien "decir que Marbella es un sitio clave para todas las mafias sería exagerar un poco", mientras que el PP malagueño criticó el "alarmismo" provocado por Interior "al tachar la ciudad de santuario de mafiosos".

El líder del PP- Málaga, Joaquín Ramírez, insistió en que se trata de "un caso concreto que se debe tratar con prudencia".

Horas después, el secretario general del PP, Angel Acebes, respaldó la operación y apeló a la necesidad "de llegar al final".

La única discrepancia salió del PSOE, que cree que "a Marbella le hacía falta una actuación judicial así, ya que el anterior Gobierno quería mirar para otro lado". "A la única a la que esto le parece malo para la ciudad es a la alcaldesa, que ha pertenecido a una formación que fomentó este tipo de situaciones con su política urbanística", lamentó la secretaria de los socialistas malagueños, Marisol Bustinduy.