Salir de marcha una noche puede resultar algo divertido, se puede conocer a gente, tomar copas, bailar, ligar y... mirar. Mirar es algo que divierte a todos y esa afición voyeurista que cada cual lleva dentro es lo que hace que Lole, dependienta de día en Badajoz y gogó de noche, baile cada fin de semana los últimos temas de moda en discotecas y pubs y demuestre que no todo el mundo sabe moverse igual.

Es gogó desde hace siete años y seguirá "hasta que el cuerpo aguante, o hasta que ya no me divierta", dice. De momento se entretiene mostrando sus dotes innatas y no aprendidas en ninguna academia de baile. "La noche es la que enseña. Lo que prima es hacer algo diferente, algo que llame la atención sobre ti en ese momento, y que todos se giren para mirarte". Y lo consigue, gracias a su simpatía y a ese parecido que, según sus amigos, tiene con Edurne la de Operación Triunfo, lo que hace que esta pacense de 26 años coseche éxitos allá por donde va.

Compagina sus noches de danza con las giras de la orquesta en la que actúa y su trabajo en una tienda de la calle Menacho de Badajoz, lo que le permite estar a la moda en las últimas tendencias de los jóvenes, pues según cuenta, Badajoz se está modernizando cada vez más.

"Hoy en día una gogó no es solo una bailarina, además de bailar bien debe tener estilo, y a los pacenses, cada vez más modernos, les gusta un espectáculo a la última", señala.

Afirma que lo peor de su profesión es que todo pasa tan rápido que ni siquiera tiene tiempo para hacer amigos, en dos horas tiene que cambiarse de atuendo cuatro veces cada 15 minutos. Lo mejor es que le pagan entre 75 y 100 euros en una noche por hacer lo que más le gusta y "cuanta más gente me mire, mejor".

Nunca soñó con ser gogó, pero siempre tuvo claro que lo suyo era bailar. "Cuando era pequeña no pensaba en serlo porque la gente decía que era algo indecente, ahora esa conciencia está cambiando, aunque a veces te llevas sorpresas y te encuentras con gente muy cerrada", por ello reconoce que más de una vez se ha sentido molesta, pero suele hacer oídos sordos a los comentarios. "Lo mejor es no hacer caso a las groserías, todas las noches tenemos alguna, aunque la mayoría se divierte sanamente". Nada le baja la moral a esta pacense amante de la música negra que sabe cómo moverse y cómo avivar una fiesta apagada. "Hasta hice shows de Pasión de Gavilanes cuando estaba de moda la serie", dice.

Tal vez nunca gane un concurso de baile, ni actúe ante una multitud, pero eso no le preocupa a esta ex animadora del club de baloncesto Círculo de Badajoz a la que nadie le para los pies. Lole considera que para ser gogó no hay edades, ni se necesita ir al gimnasio todas las semanas, sólo se precisa ritmo, estilo y una buena sonrisa, ésa es su mejor carta de presentación.