Robert Downey Jr., el díscolo oficial de Hollywood y uno de los mejores actores de su generación, se casó el sábado en segundas nupcias con la productora Susan Levin (ambos, en la foto). Bajo un quiosco de música construido para la ocasión y ante invitados como Keanu Reeves, Billy Joel y Sting, el intérprete, de 40 años, y la productora, de 31, dieron el "sí, quiero" en los exclusivos Hamptons (Nueva York) a los tres años de comenzar su relación en el rodaje de Gothika, donde él compartía cámara con Halle Berry y Penélope Cruz.

En el 2003 llegó el anillo de compromiso, diamantes y un zafiro africano, y la promesa de sentar la cabeza después de seis años de juicios, cárcel y programas de rehabilitación.

CENA CON SU EXNOVIA "Bueno, no es que nos conociéramos y me quitara mi sombrero de fiesta. Ella me vio, se enamoró, conoció a Darth Vader y dijo: ´No me gusta este tipo´", cuenta Downey Jr. Y explica que a su esposa no le atrae ese punto autodestructivo de las estrellas.

De airear los detalles de la boda se ha encargado la revista People. El viernes cenaron en un restaurante de East Hampton donde acudieron su padre, el cineasta Robert Downey Sr., y su exnovia Sarah Jessica Parker. El sábado por la mañana, el novio se dio un baño con su hijo, Indio, de 11 años, y practicó kung-fu.

Y después de la ceremonia, los invitados se sentaron en mesas decoradas en rojo y dorado y con exóticas plantas. "No comió demasiado. Se dedicó a beber agua. Estaba muy nervioso", relata un amigo del actor, que ha intervenido en más de 50 películas, incluyendo la memorable Chaplin.

Ahora, a los 40 años, sin haber probado las drogas ni el alcohol desde hace más de un año, tiene media docena de proyectos sobre la mesa. El primero, Kiss Kiss, Bang Bang, junto a Val Kilmer y Michelle Monaghan, se estrenará en octubre. Después vendrá A scanner darkly, con Keanu Reeves; Fur, la vida de la fotógrafa Diane Arbus, con Nicole Kidman, y Zodiac, sobre un asesino.