"La historia de un joven que piensa que no hay nada importante en la vida y la historia de un viejo que le enseña que, lo más importante, lo que hace que cada día salgamos adelante, son las cosas pequeñas..." es lo que narra Tomates , el cortometraje que dirige la sevillana Macarena Arjona, según explica la propia directora, y que se ha rodado en distintos escenarios de la provincia de Badajoz la segunda semana de este mes de julio.

Montijo, Guadiana, los alrededores de la cárcel de Badajoz, El Nevero y Valdepasillas fueron los lugares elegidos para grabar.

Se trata de una producción del Grupo Ros, financiada por las ayudas a cortometrajes de la Junta de Extremadura, que comenzó a filmarse en la carretera de Montijo. "Badajoz es una provincia donde el tomate es uno de los frutos fundamentales del verano", cuenta la directora, y añade que "el tomate es un personaje fundamental de la historia, es el fruto que da pie a que se entienda la metáfora de que las cosas pequeñas son las más importantes".

Esta road movie intenta retratar la importancia de "las cosas pequeñas" durante un viaje por las carreteras pacenses donde sus protagonistas, un joven y un anciano, Raúl Peña y Juan Motilla, respectivamente, van intercambiando confidencias y experiencias sobre la forma de ver y afrontar la vida. Los actores comparten escena con un tomate, que revela parte de la naturaleza del lugar en el que está ambientado este corto.

La directora, licenciada en Comunicación Audiovisual y con experiencia en la realización de cortometrajes y guiones de ficción para diferentes formatos audiovisuales, comenta cómo surgió este nuevo film. "La idea partió de una vivencia personal y luego la temática la desarrollé en un curso de iniciación al guión teatral con Miguel Murillo y poco a poco evolucionó hasta dar lugar a este guión para cortometraje".

Pese a algunos problemas técnicos que solucionaron sobre la marcha, han hecho sus labores a un buen ritmo. Un equipo compuesto por 13 personas, entre los que se encuentran junto a la directora y los actores el director de fotografía, cámaras, el ayudante de dirección, un script, maquillaje, producción... todos ellos trabajan para hacer realidad esta pseudocomedia y trasladarla a los espectadores convertida en producción cinematográfica.

Está dirigida a un público heterogéneo, principalmente a jóvenes y adultos, según indicó la directora. "Es una historia diferente en la que se mezclan las risas con la incertidumbre", declara Macarena Arjona, de origen sevillano aunque residente en Badajoz desde hace 7 años, quien cuenta también con otro sustancial corto en postproducción titulado No sé qué decir , que verá la luz en septiembre de forma paralela al que ahora está filmando.