La auxiliar sanitaria Teresa Romero fue trasladada ayer por la tarde a una habitación convencional de la quinta planta del hospital Carlos III de Madrid, donde está ingresada desde el 6 de octubre, después de que los últimos análisis que se le han realizado hayan confirmado que en sus fluidos corporales no quedan signos del virus del ébola, informaron fuentes sanitarias. Romero, que ya se ha reunido con su marido, amigos y algunos compañeros de profesión, estará un tiempo más en observación, pero no se descarta que los médicos le den el alta muy pronto.

Los análisis por la prueba de la PCR, indicaron las mismas fuentes, confirman el resultado negativo de los fluidos corporales (saliva, orina y heces) de la paciente, a la que se ha mantenido en aislamiento como medida preventiva, pese a que el 21 de octubre las pruebas hechas en sangre habían mostrado que ya no tenía carga vírica del ébola.

Los médicos optaron entonces por dejarla en aislamiento puesto que, aunque en el organismo no hubiera virus, en los fluidos corporales pueden permanecer rastros más tiempo. Muestras de estos fluidos se llevaron ese mismo día a un laboratorio de Hamburgo (Alemania) para investigar la capacidad del virus de contagiar a otras personas.

La paciente parece haber superado también sus problemas en los pulmones, algo debilitados por su condición de fumadora y donde el virus se había cebado. El resto de su estado general, según los médicos, es bueno aunque se la ve pálida por el aislamiento y el trance pasado.

La auxiliar, que fue recibida con pancartas por el personal médico y los amigos que le esperaban en la quinta planta, podrá por fin recibir visitas y será tratada como una paciente más, no infecciosa, hasta que sea dada de alta, previsiblemente en los próximos días.

Teresa Romero se infectó tras formar parte del equipo que a finales de septiembre atendió a uno de los dos religiosos españoles que fallecieron por ébola tras ser repatriados a España desde Liberia para ser atendidos. Fueron Miguel Pajares, fallecido el 12 de agosto, y Manuel García Viejo, el 25 de septiembre.

Ella fue la primera contagiada por el virus fuera de Africa, donde el brote ha matado a 4.951 personas de las 13.567 infectadas, según el último censo de la Organización Mundial de la Salud, cerrado con fecha del 29 de octubre. La situación en el continente permanece descontrolada, según denunciaba esta misma semana la oenegé Médicos Sin Fronteras. Liberia, Guinea y Sierra Leona concentran la mayoría de casos, aunque también Malí, Nigeria y Senegal han registrado enfermos.

DADOS DE ALTA La quincena de personas que había tenido trato con Romero desde que empezó a incubar la enfermedad han ido dejando el hospital Carlos III tras pasar el periodo de cuarentena. Entre ellas estaban su marido, Javier Limón, el personal médico que la atendió antes de su aislamiento y dos empleadas de un centro de estética que la habían atendido poco antes.

Un juzgado de Madrid ha abierto diligencias por una posible infracción penal tras admitir a trámite una denuncia de 15 médicos del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid por las medidas adoptadas contra el ébola y la infección de Romero.

Según el criterio de la Organización Mundial de la Salud, si no se producen más casos, España quedará oficialmente libre del virus el 2 de diciembre, 42 días después desde que Romero dio negativo por segunda vez en las pruebas de ébola, lo que se produjo el 21 de octubre.