Al menos 50 personas murieron ayer a causa de la fuerte riada originada por la ruptura parcial de la presa de Situ Ginung, que inundó en un populoso barrio de las afueras de la capital de Indonesia, Yakarta. El agua anegó unos 400 hogares y, además de los muertos, causó más de un centenar de heridos. Las autoridades reconocieron un número indeterminado de desaparecidos.

"Ha sido como un pequeño tsunami", declaró Rustam Pakaya, un responsable del Ministerio de Sanidad. Pakaya aseguró que cientos de casas se encontraban completamente inundadas, con dos metros de agua o incluso más, y agregó que su departamento había recuperado una cincuentena de cadáveres.

La policía seguía anoche registrando el área en busca de más víctimas. El canal de televisión Metro TV mostró a varios agentes que participaban en las tareas de rescate con el agua a la altura del pecho mientras colocaban a los heridos en camillas.

La presa rota retenía el agua del lago Situ Gintung en el distrito de Tangerang, a 20 kilómetros de Yakarta. La rotura se produjo a las 2 de la madrugada, después de fuertes lluvias en el área, pero hasta el momento se desconocen las causas técnicas del accidente. Las víctimas, la mayoría mujeres y niños, dormían en sus casas cuando les sorprendió la riada.

RECONSTRUCCION El presidente indonesio, Susilo Yudhoyono, interrumpió la campaña electoral para visitar la zona del desastre, mientras que el vicepresidente, Jusuf Kalla, prometió que el Gobierno reparará la presa de inmediato y ayudará a reconstruir las casas.

La oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas en Yakarta informó que alrededor de un centenar de personas fueron atendidas en distintos centros hospitalarios y que varias decenas de personas fueron dadas por desaparecidas. Policías, bomberos, equipos de rescate y sanitarios, así como otros funcionarios y miembros de oenegés se desplazaron al lugar de la catástrofe para asistir a las víctimas

Varios cientos de residentes de Tangerang, una ciudad industrial del extrarradio de Yakarta, fueron desalojados y trasladados hasta las instalaciones de una universidad próxima perteneciente a la asociación musulmana Muhammadiyah. Viviendas y fábricas resultaron dañadas por la fuerza del agua.