El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que el carnet por puntos "no es una pócima milagrosa", ni una fórmula "agotada", en referencia a la elevada siniestralidad registrada esta Semana Santa, durante la cual reconoció que "no se han cumplido los objetivos marcados".

Pérez Rubalcaba, que compareció en rueda de prensa para presentar el balance de tráfico de Semana Santa, calificó de "espantosa" la cifra fallecidos en las carreteras, que fue de 106, cuatro menos que en el mismo periodo en 2006, por lo que insistió en que es necesario "seguir corrigiendo" estos datos.

Tras insistir en que el Ejecutivo no está satisfecho con el resultado porque las cifras han sido "particularmente malas", anunció que se van a reforzar las políticas de seguridad vial para reducir la siniestralidad y "acelerar" las medidas que "creemos están dando resultado", entre las que citó el carné por puntos.

En este sentido, los datos de la DGT señalan que desde la entrada en vigor del carnet por puntos, el 1 de julio de 2006, los accidentes mortales se han reducido un 13,5%, lo que se traduce en 340 fallecidos menos.

En este periodo, según Pérez Rubalcaba, han retirado 400.000 puntos a 120.000 conductores y hay otro millón y medio en tramitación correspondientes a 500.000 infracciones.

500 SIN CARNET Quinientos conductores ya han perdido el carnet de conducir o están pendientes de que se les notifique y a otros 20.000 se les ha comunicado que se les ha retirado la mitad o más de sus puntos, añadió.

El titular de Interior hizo también hincapié en que todas las medidas que el Gobierno ha puesto en marcha, entre ellas el sistema de carné por puntos, que "todavía no ha dado todo lo que tiene que dar de sí", confesó, tendrán su resultado "a medio y largo plazo".

"Los datos de los que disponemos nos hacen ser perseverantes", apostilló, al tiempo que puso de relieve la resistencia que se produce en Semana Santa a reducir la siniestralidad, que no se corresponde con el resto del año.

Indicó que el Ejecutivo ha decidido acelerar una serie de medidas para incrementar la seguridad vial, entre ellas la revisión de los procedimientos administrativos, ya que, según dijo, son "leyes muy garantistas" y, por tanto, se trata de "cambios legales complejos que no son fáciles de llevar a cabo".

Por ello, anunció la creación de un grupo que estudiará los "mecanismos" que puedan agilizar los procesos sancionadores.

Otras medidas son dotar a los guardias de Tráfico de agendas electrónicas (PDA) para tramitar las multas y esto se llevará a cabo de forma experimental próximamente en Segovia, y la puesta en marcha en septiembre de los primeros módulos de educación vial en la enseñanza obligatoria.

Mencionó también la próxima entrada en funcionamiento del centro de automatización de multas y el incremento de las plantillas de la Guardia Civil de Tráfico y se refirió a los 57 millones de euros que la Dirección General de Tráfico invertirá para corregir los puntos negros en las carreteras y a los 36 millones que destinará para mejorar la señalización de las mismas.

Sobre la propuesta del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, de reducir la velocidad en carreteras secundarias, señaló que "se trata de una reflexión y así hay que entenderla".

Durante su comparecencia, el ministro recordó que muchas familias han quedado "destrozadas" durante esta operación especial de Semana Santa y se refirió de forma especial a la muerte del agente de la Guardia Civil de Tráfico Fernando García Rubio, que murió en acto de servicio.