El ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró hoy "satisfecho" con el pacto europeo de inmigración propuesto por Francia, pues recoge lo esencial del modelo español de política migratoria. En unas declaraciones a los periodistas antes de participar en la reunión informal de ministros de Justicia e Interior de la UE que comenzará a debatir el citado pacto, Rubalcaba indicó que el texto "recoge buena parte" de las aspiraciones españolas e incidió en que "nunca puede ser todo, porque es un acuerdo". El titular de Interior aseguró también: "Nos sentimos muy cómodos" con el compromiso de que las regularizaciones de inmigrantes se harán "caso por caso".

Señaló que, según el texto presentado por la presidencia francesa de la UE, a la hora de regularizar inmigrantes se tendrán en cuenta razones económicas además de humanitarias. El Gobierno francés ha aprovechado el primer Consejo de Justicia e Interior, de carácter informal, para presentar al resto de Estados miembros su propuesta de pacto europeo sobre la inmigración y el asilo, en el que lleva meses trabajando con las autoridades españolas y que ha discutido también con el Gobierno alemán. El objetivo de Francia es que el acuerdo sea rubricado por los líderes de los Veintisiete en el Consejo Europeo del próximo mes de octubre.

Francia tuvo que renunciar, ante el rechazo español, a introducir en el texto la obligación de que los inmigrantes firmen un contrato de integración en el que se comprometerían a aprender la lengua del país de acogida y a respetar sus leyes. A su entrada a la reunión, que tiene lugar en el Palacio de Festivales de Cannes, Rubalcaba consideró "muy importante" que los Veintisiete se doten de una política común de inmigración y destacó que el texto viene avalado, además de por Francia, que ocupa la presidencia de turno de la Unión, por Alemania y España.

El ministro hizo hincapié en que el acuerdo incluye los cuatro elementos fundamentales que definen la política española de inmigración. Así, aboga por una inmigración legal y ordenada, por impulsar la integración -sobre la base de igualdad de derechos entre los inmigrantes y los ciudadanos del país de acogida- y luchar contra la inmigración ilegal, siempre en cooperación con los países de origen y tránsito. Por parte alemana, el ministro de Interior, Wolfgang Schäuble, mostró su apoyo al texto planteado por la presidencia francesa y señaló que muestra el compromiso de la UE de combatir la inmigración legal y gestionar mejor la legal.

A la pregunta de si los Veintisiete han decidido blindarse ante los flujos migratorios, Schäuble respondió: "no veo muros alrededor de Europa". El comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Jacques Barrot, incidió en que la UE debe seguir siendo abierta y generosa con los inmigrantes, pero de manera organizada, "con reglas de juego", y, sobre todo, en concertación con los países de origen. Barrot dijo que el texto propuesto por Francia cuenta ya con amplio apoyo entre los Estados miembros y recordó que en los próximos meses habrá oportunidad de completarlo.

El ministro griego de Interior, Prokopis Pavlopoulos, insistió en la necesidad de que la UE cuente con una estrategia común en política migratoria y dejó claro que el principio fundamental del pacto es la defensa de los derechos humanos, y no la voluntad de "blindar" Europa. Por último, su colega checo, Ivan Langer, consideró la propuesta francesa una buena base para el acuerdo.