Tariel Oniani, alias Taro, considerado el número dos de la mafia rusa, y jefe de la organización Solntsevkaya, aterrizó anoche en Madrid tras ser entregado por Rusia a las autoridades españolas, que lo reclamaban desde el 2005. Entonces vivía en Barcelona, pero escapó horas antes de su detención tras recibir el chivatazo de un funcionario corrupto, pendiente de identificar. Oniani fue finalmente detenido en Rusia en junio del año pasado, y desde entonces ha estado encarcelado en una prisión moscovita.

La entrega supone un hito en la lucha de las autoridades judiciales y policiales españolas contra el crimen organizado. Es la primera vez que Rusia autoriza una medida como esta, y alcanza más valor al tratarse de todo un vor zakonen, un ladrón de ley, un auténtico capo.