Más de 240.000 hombres, entre bomberos y soldados, 25.000 coches y 226 aviones y helicópteros han sido movilizados para luchar contra la ola veraniega de incendios que afecta a Rusia desde principios del mes de julio. Así lo anunció ayer el Ministerio para las Situaciones de Emergencia, quien advirtió que las "previsiones meteorológicas" se presentan "desfavorables" ante los próximos días.

Todo este dispositivo ha sido puesto en marcha "para luchar contra los incendios y para garantizar la protección de las aglomeraciones", indicó el ministerio. Los fuertes vientos agravan la situación La canícula que azota a la parte occidental de Rusia ha devastado más de 120.000 hectáreas y ha destruido pueblos enteros, causando hasta la fecha una treintena de muertos. "Es una verdadera catástrofe que solo se produce cada 30 ó 40 años", dijo el presidente ruso, Dmitri Medvédev.