Russell Crowe parece decidido a sentar la cabeza y ser un padre ejemplar a partir del próximo enero. El popular actor australiano, que se llevó por delante algún que otro matrimonio --como el de Meg Ryan y Dennis Quaid--, sorprendió el pasado abril, el día de su 39º cumpleaños, cuando dio por finalizada su trayectoria de juerguista, bebedor y conquistador, al casarse con Danielle Spencer (en la foto, con Crowe, el año pasado en Los Angeles), de 33 años.

Ahora, el intérprete de éxitos cinematográficos como Gladiator, ante la perspectiva de experimentar por primera vez la paternidad, quiere dar un paso más y ser para su futuro hijo, que nacerá en enero, un ejemplo de hombre "equilibrado y consecuente", según declaró ayer al diario australiano Herald Sun.

Pero Crowe quiere afrontar con seriedad la experiencia, incluso a costa de su trabajo. "Voy a dedicar mucho tiempo a mi familia", asegura. El actor dice que se esforzará por intentar "transmitir alegría y tolerancia" a su hijo de la misma manera que lo hicieron sus padres con él.