Extremadura ofrece al viajero amante del buen comer una completa ruta turística en la que se siguen los efluvios del cerdo ibérico criado con bellota en las dehesas de la región.El jamón ibérico es un referente de la cocina extremeña y fruto del sabio proceder de artesanos expertos. La dehesa es un ecosistema autosuficiente lleno de alcornoques y encinas sobre hierbas y flores silvestres. Los cochinos comen en libertad las bellotas que más tarde convertirá en sus carnes.Toda la provincia de Badajoz conserva la más importante dehesa del país, paraíso donde se desarrolla el cerdo ibérico, materia prima con la que se elabora el jamón. El cerdo es un animal considerado como totémico para los extremeños y elemento esencial en la alimentación tradicional.UNA RAZA PURAEl jamón ibérico se hace con cerdo ibérico. Este cerdo es la única raza genéticamente pura que se conserva de los marranos que en algún momento llegaron a la península ibérica procedentes del Africa mediterránea. El apellido de "ibérico de bellota" sólo debe colocarse a aquellos que proceden de cerdos criados en montanera exclusivamente. Eso significa que el animal entre octubre y febrero sólo debe alimentarse de bellotas y rastrojos. Si en algún momento come pienso debe considerarse como de recebo. Si el cerdo nunca ha estado en dehesa se clasificará como de cebo.Al respecto, la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura se ha convertido en garante de este producto.Jerez de los Caballeros puede considerarse como primer hito en esta ruta por el jamón ibérico extremeño. No en vano cuenta con una feria monográfica exclusiva, el Salón del Jamón, que todos los meses de mayo se convierte en el mejor escaparate del producto. Los principales industriales exhiben la excelencia de sus industrias. El público, además, puede degustar por precios asequibles jamones de calidad suprema acompañados de vino de la tierra. También las cañas de lomo, el salchichón o el chorizo colorao son productos que también pueden degustarse.DIA DEL JAMONMonesterio celebra también un día de exaltación del jamón el 8 de septiembre, Día de Extremadura. Todos los que pasan por la N-630 reciben como agasajo un bocadillo de jamón ibérico. Suele haber jornadas técnicas y las puertas de los mataderos se abren de par en par.El especial clima de la provincia de Badajoz favorece la curación de jamones, especialmente en la Sierra Sur de la provincia, con una altitud de 500 metros. Los inviernos son secos y los veranos calurosos, lo que hace sudar la grasa adquirida en la montanera. Después se 'duermen' durante 18 meses en las bodegas, una maduración lenta que genera carnes aromáticas, sabrosas y con la grasa necesaria.