El arzobispo de Granada podría ser el primer miembro de la Iglesia católica en España que se siente en los banquillos de la justicia ordinaria tras prosperar la demanda por "acoso moral", calumnias, injurias y coacciones interpuesta por un sacerdote y profesor, Javier M. M., que afirma sentirse perseguido por su vinculación con Cajasur.

El arzobispo deberá comparecer el 26 de abril ante el Juzgado de Instrucción número 1. El supuesto mobbing comenzó con el nombramiento de Francisco Javier Martínez como arzobispo de Granada en el 2003. Martínez procedía de Córdoba, donde mantuvo fuertes disputas con el entonces presidente de Cajasur, el también sacerdote Miguel Castillejo. Entre sus primeras decisiones en la nueva diócesis destacó la paralización de un libro sobre la catedral de Granada --encargado precisamente por la entidad bancaria-- que estaban confeccionando una treintena de especialistas en Historia e Historia del Arte. Dicho libro había sido encargado por el anterior arzobispo y en él participaba el denunciante, Javier M. M.

Poco después, éste fue destituido como archivero en la catedral debido a su vinculación con los órganos de gobierno de Cajasur, por lo que en diciembre pasado presentó una demanda de conciliación contra el arzobispo.