La basílica de la Sagrada Familia construye desde hace nueve meses dos edificios para realizar controles de seguridad en los accesos de los feligreses y los visitantes, que prevén terminar y poner en marcha a finales de este año, ha explicado este jueves en rueda de prensa el arquitecto técnico, Jordi Faulí.

El responsable de seguridad y de operaciones, Marc Martínez, ha detallado que el proyecto se empezó hace dos años siguiendo recomendaciones de los Mossos d'Esquadra, y ha explicado que serán dos construcciones a pie de calle, por debajo del plano de la fachada del Neixement, y sustituirán los actuales controles, que se hacen de forma visual y con un detector de metales manual.

"Somos conscientes del icono que representa la Sagrada Familia" ha dicho, y a preguntas de si se ha aumentado la seguridad tras los atentados de agosto, ha dicho que se ha intensificado igual que los cuerpos policiales han aumentado sus dotaciones sin subir el nivel de alerta.